En busca de el apego en la red, en la silla sobre ruedas
Durante la reciente vez que incursione en las citas online, mis fotos mostraban solo la parte de la silla sobre ruedas. Esperaba que las chicos buenos se sintieran tan atraidos por mi ingenioso perfil desplazandolo hacia el pelo mi ocurrente charla que miraran mas alla sobre mi discapacidad, si es que app tipo wantmatures la habian notado.
Comence an arrastrar el dedo sobre los perfiles con impaciencia asi como rapidamente encontre la coincidencia con un hombre bravucon cuya fotografia lo mostraba cargando la enorme iguana en su hombro. Con la idea sobre que ese pormenor podria con facilidad detonar la charla, le envie un mensaje. Min. luego respondio, sin embargo en punto de contestar mi duda sobre el reptil, pregunto: “?Estas en una silla sobre ruedas?”.
Respondi sencillamente que si, que utilizo la silla de ruedas, aunque que me interesaba mas la historia sobre la iguana. Desafortunadamente, an el novio nunca le intereso en absoluto desplazandolo hacia el pelo solo respondio Con El Fin De afirmar: “Perdon. Con el fin de mi la silla de ruedas resulta una razon Con El Fin De no continuar con esto”.
La franqueza de su solucii?n me dolio, aunque el sentimiento nunca era ninguna novedad.
Debido a que naci con una discapacidad (sindrome sobre Larsen, una indisposicion genetica que afecta las musculos asi como las articulaciones), de cuando descargue Tinder bien tenia la coleccion sobre rechazos amorosos tan enorme que podia satisfacer una alberca olimpica. No obstante, ese rechazo en particular desato una ola sobre panico en mi.
Unos meses antiguamente sobre arrastrar el dedo sobre las perfiles, pase por un rompimiento funesto con un varon con el que sali durante 2 anos de vida. Crei que me iba a casar con el novio y que jamas tendria que volver a preocuparme por el rechazo. Cuando estuve soltera nuevamente, me incline por las citas en linea con la confianza de vencer mi panico a que nunca me aceptaran como soy, de que un rayo nunca cayera dos veces en el tiempo punto.
Como no me desanimo facilmente, persisti, descargue la totalidad de las aplicaciones existentes sobre citas en linea desplazandolo hacia el pelo abri cuentas en diversos lugares. Sin embargo me volvi reacia a manifestar mi discapacidad por consiguiente, al quedar insertos en una civilizacion sobre relaciones superficial, crei que mi silla sobre ruedas haria que gran cantidad de varones me descartaran falto pensarlo dos veces. Mismamente que decidi esconder mi discapacidad por entero. Corte mi silla de ruedas de las fotos. Elimine todo mencion al respecto en mis perfiles. En este mundo virtual fingiria que mi discapacidad no existia.
Segui con la comedia un lapso, enviando mensajes a hipoteticos coincidencias que no se daban cuenta sobre nada. Una vez que creia haber hablado con un chico el tiempo razonable para despertar su interes, elegia la ocasion desplazandolo hacia el pelo le contaba acerca de mi discapacidad. Le enviaba la extensa explicacion en la que le revelaba que usaba silla sobre ruedas, le recordaba que eso nunca me restaba valor como persona y terminaba asegurandole que podia preguntarme lo que quisiera, si mismamente lo queria.
Luego sobre soltar el laborioso tema sobre la silla sobre ruedas, me preparaba de sus reacciones, que continuamente eran la rara amalgama que iba desde la indiferencia Incluso que nunca me volvieran an escribir. Sobre oportunidad en cuando, recibia una replica de aceptacion.
Un adulto con el que conecte en Coffee Meets Bagel se deshacia en disculpas cuando le conte por primera vez acerca de la silla de ruedas, por consiguiente le parecio lo mas tragico que habia escuchado en su vida. Lo detuve y le explique que mi discapacidad es parte de quien soy y no ha transpirado que nunca habia causa para tener buenas sensaciones mal. Termine saliendo con el un dia, luego otro. De la segunda citacion, mi “bagel” sugeria una noche de pintura (un acontecimiento social que involucra pinceles, lienzos, pintura acrilica y no ha transpirado, Generalmente, vino), ya que yo le habia contado lo mucho que me gustaban. El encontro un cupon sobre oferta desplazandolo hacia el pelo yo busque un sitio, elegi un restaurante en Nueva York que se suponia tenia accesos para sillas sobre ruedas.